- En el Valle de México se desperdician por fugas de agua potable entre un 35 y 40 por ciento del líquido.
- Muchas viviendas que están conectadas a la red, no cuenta con el líquido de manera continua debido al crecimiento urbano desordenado.
Si bien en el Estado de México 97.5 por ciento de las viviendas cuentan con agua entubada, esta cobertura no se refleja en un acceso a ese derecho con un suministro continuo y de calidad para todas las personas, declaró el senador Higinio Martínez.
Esto, significa que más de dos millones de personas, principalmente en situación de pobreza, obtienen el agua por tandeo y/o pipas, lo que refleja una distribución no equitativa, es decir, su carencia obliga a los habitantes al acarreo manual o compra de agua embotellada con un fuerte impacto al bolsillo de las familias.
Pero esta cifra, tan sólo es el pico del iceberg, pues, aunque muchas viviendas están conectadas a la red, no cuentan con el líquido de manera continua como consecuencia del crecimiento urbano desordenado que ha provocado la falta de disponibilidad de agua potable, sobrexplotación de mantos acuíferos y contaminación, ya que, se expiden dictámenes de factibilidad hídrica en nuevos desarrollos, que carecen de este servicio, explicó.
El texcocano señaló que la falta de agua en los hogares vulnera derechos sociales reconocidos en instrumentos internacionales y en la Constitución Política local, no sólo el de acceso al agua, sino también al saneamiento, vivienda y vida digna.
Y ejemplificó que en el Valle de México se desperdician por fugas de agua potable en las redes de distribución entre un 35 y 40 por ciento del líquido, lo que significa un volumen superior del total que aporta el sistema Cutzamala para el consumo de más de 5 millones de personas.
“No hay obras, ni acciones coordinadas para resolver uno de los más añejos problemas como el desperdicio del líquido por las fugas en la red de distribución debido a su antigüedad de las líneas de conducción, que datan de más de 70 años y que han sufrido el embate de los movimientos del subsuelo por hundimientos constantes del terreno y temblores frecuentes que fracturan los ductos”, dijo.
Además de una alta ocurrencia de fugas de agua en las instalaciones domiciliarias. Su uso absurdo del agua con dispositivos derrochadores, lavado de autos, pisos y banquetas, uso excesivo de agua en lavado de utensilios de cocina, ropa, riego de plantas y jardines y aún el uso en albercas, prácticas que es necesario corregir, consideró Higinio Martínez.
Advirtió que las “crisis por el agua serán cada vez más frecuentes y afectarán a más personas y su solución será cada vez más compleja y de costos más elevados. Se requiere enfrentarla con acciones constantes y coordinadas con la participación de las autoridades de los distintos órdenes de gobierno” así como de la participación de los ciudadanos.
Frente a este escenario, “se requiere una mayor inversión para reparar las fugas en la red de agua potable como un paliativo para reducir la pérdida del líquido y mantener el servicio; de lo contrario, los escenarios de escasez en el área metropolitana de la ciudad de México podrían tornarse dramáticos durante los meses de estiaje de este año”, finalizó.