- Es una prenda de uso exclusivo en la temporada de Día de Muertos, duelos y Semana Santa.
- Con más de 40 años resguardan la técnica de aroma con teñido natural.
En el sur del Estado de México se encuentra Tenancingo, municipio dedicado a la rebocería, en el que decenas de familias entrelazan los hilos para formar esta maravillosa pieza artesanal.
Existen rebozos de diversos colores y diseños en el paño o en las puntas, entre ellos, destaca uno especial para la temporada de Día de Muertos: el rebozo “Luto de aroma” que pocas maestras o maestros artesanos elaboran.
Uno de ellos es el maestro rebocero Luis Rodríguez Martínez, quien cuenta con más de 40 años de experiencia en la elaboración de esta pieza emblemática, “en la actualidad tengo 57 años y desde los 8 años empiezas a involucrarte, no por voluntad sino por cooperar en los trabajos familiares. Desde pequeño te sale la ansiedad por aportar algo en la familia”, comentó.
El rebozo negro “Luto de aroma” es una pieza de uso exclusivo para esta temporada o para asistir a sepelios. Anteriormente era utilizado como mortaja y las mujeres lo portan en la procesión del silencio del Viernes Santo.
“En la indumentaria tenemos una forma de identificarnos, de pertenecer al grupo y es por eso que el rebozo es parte indispensable en este tipo de ceremonias. Cuando tú vas a asistir a un sepelio, vas a un entierro, llevas el luto encima, en demostración de duelo con los familiares”, detalló Luis Rodríguez.
Esta prenda, exclusiva y elegante, se realiza por encargo debido a su complejidad ya que, durante un año, se deben recolectar las plantas a utilizar. Para lograr la tonalidad del rebozo, primero hay que teñirlo con un proceso de varios días donde se preparan materiales, se aromatiza y teje la prenda.
“Vas primero a seleccionar el material con el que vas a trabajar. Después de esa selección de material con el que vas a elaborarlo, se prepara un colorante natural que obtienes que se le conoce como tinta de fierro, que te va a dar los tonos negros y empiezas con tonos grises, hasta que obtienes el color negro a base de la tinta de fierro”, detalló el maestro artesano.
Posteriormente, utilizan la técnica de refino, que consiste en hervir todas las plantas que se utilizan como romero, rosa de castilla, canela, hojas de guayabo, hojas de naranjo y pericón, entre otras, para darle un aroma y quitarle el olor ferroso. Finalmente, se da paso a la preparación de urdido y tejido de la pieza, el tejido de la punta. ya sea fina o tradicional, todo depende del gusto de las personas.
El Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), invita a las y los mexiquenses y a todos quienes estén interesados en adquirir estas prendas artesanales tejidas por las maestras y los maestros del arte popular mexiquense a visitar el municipio de Tenancingo y conocer los talleres artesanales.