EL SEXTO DÍA… LECCIONES EN LAS CALLES

EL SEXTO DÍA… LECCIONES EN LAS CALLES

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Por Alberto Abrego

Los docentes de México tomaron las calles desde la semana pasada y han realizado una serie de manifestaciones en defensa de sus derechos laborales, entre otras peticiones, un salario más digno, reformas a la Ley del ISSSTE, la creación de más de cinco mil plazas, que opere correctamente la Caja de Ahorro y Fondo de Ahorro y Beneficio Social (FABES), desayunos escolares, becas para todos los estudiantes, uniformes y útiles escolares, mejoramiento en el sistema de salud, verdad y justicia para Ayotzinapa, entre otras exigencias.

Una de las principales peticiones de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que comenzaron el paro, es la abrogación de la reforma educativa de 2012 que promovió el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Los maestros afiliados a la CNTE han mostrado su descontento paulatinamente con marchas, mantas, mítines, bloqueos vehiculares y ahora con un paro indefinido de labores en cuatro estados ante la falta de respuesta de las autoridades.

Las protestas provienen de los mentores de los estados que históricamente han sido combativos en la defensa de sus derechos: Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero, Veracruz, Jalisco, Estado de México, Morelos, Zacatecas, Tabasco, Sonora y Ciudad de México principalmente. Los primeros cuatro en paro indefinido de labores y los demás apoyando con representaciones.

Desde hace décadas las demandas del magisterio son constantes ante los oídos sordos de las autoridades, que en muchas ocasiones han empleado la represión como política y como estrategia de dispersión. Algo no está funcionando bien en el sistema cuando decenas de miles de profesores tienen que salir de la comodidad de sus aulas para manifestarse por plazas, salarios o políticas ante tanto desdén gubernamental, que se traduce en hartazgo social e impotencia.

Las protestas cada 15 de mayo se han convertido ya en una tradición, pero al mismo tiempo en un negocio político para algunos líderes sindicales, que no tienen inconveniente en mover a las bases para lograr algunos beneficios personales. De lo que no hay duda es en la convicción de los miles de profesores que durante el paro laboral, no están en sus casas disfrutando de sus familias, sino en campamento improvisados sufriendo de las inclemencias del tiempo y muchas veces represiones autoritarias en algunas entidades.

En cada generación, pueden cambiar los escenarios y los tiempos, lo que no cambia nunca es la causa y la bandera que enarbolan. Los maestros normalistas nos han enseñado que han mantenido con firmeza su vocación, sin limitarse a las aulas; el trabajo de los profesores desborda hacia la comunidad a la que dan lecciones de conciencia social y de lucha por los derechos.

El proceso de lucha ha sido lento y tortuoso, pero se han tenido logros sobre todo en la conciencia de los padres de familia, que se han involucrado con los mentores de sus hijos. Ya es una gran parte de la sociedad la que está consciente del reto que ha tenido el magisterio y sus demandas laborales que durante muchos años las acciones gubernamentales han atropellado.

Más allá de las oscuras y perversas razones de algunos líderes sindicales y sus componendas con las autoridades, los profesores -me consta porque he sido uno de ellos-, han dado férrea batalla contra la crisis educativa que, hay que decirlo, existe. Con enormes esfuerzos, represiones, dificultades internas, charrismo sindical y diversos obstáculos, los maestros disidentes han logrado abrir camino y han sabido combinar su rebelión con el diario actuar educativo.

Las lecciones que dan en las calles son necesarias, porque obedecen a una causa más grande y noble, y tiene que ver con la defensa de la educación pública para todos los mexicanos. Estos movimientos sociales nos recuerdan la tarea que tenemos pendiente como humanidad: expandir la conciencia.

No olvidemos que el docente es pilar fundamental en la sociedad, porque persigue el propósito de ennoblecer la vida. Nos toca apoyar.