EL SEXTO DÍA… FRAUDE, EL NEGOCIO DE LOS CÍNICOS

EL SEXTO DÍA… FRAUDE, EL NEGOCIO DE LOS CÍNICOS

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Jorge Gerardo Hurtado Horcasitas,
Representante Legal de Silverland

Cuando casi a diario se producen escándalos por fraudes millonarios, cuando se miente sin ningún escrúpulo y con total cinismo, y cuando se saltan las leyes impunemente, algo muy podrido ocurre en nuestra sociedad, que muchas veces involucra a personajes acostumbrados al cinismo y a sus conductas inmorales, a empresas expertas en defraudación y en ocasiones a las mismas instituciones.

Un nuevo escándalo sale a la luz pública: La Fiscalía General de Justicia del Estado de México investiga un fraude millonario de la empresa Silverland, que en palabras de sus acusadores, defraudó un monto superior a los 150 millones de pesos a 100 familias, a quienes ofrecieron construir el complejo habitacional Oldenbourg Offices, en exclusiva zona de Huixquilucan, Estado de México.

El asunto es que desde hace siete años, los afectados adquirieron espacios del proyecto bajo régimen condominal en parcialidades, pero las obras fueron detenidas por la falta de los permisos correspondientes, aun así, la empresa Silverland Sociedad de Infraestructura en Bienes Raíces siguió cobrando las parcialidades sin haber conseguido las autorizaciones para continuar con la obra.

Jorge Gerardo Hurtado Horcasitas, quien es sobrino del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado, desarrollador del proyecto y representante legal de la empresa alega que “no puede haber obra si no hay pago”, y exige a los morosos el pago de 190 millones de pesos por contratos e intereses.

Este no es el primer escándalo en el que Hurtado Horcasitas está involucrado, anteriormente estuvo asociado con otras acusaciones de lavado de dinero, además de defraudar a miles de familias a través de casas de empeño, por lo que se le habría girado orden de aprehensión.

Ojalá que esta vez la Fiscalía General de Justicia del Estado de México haga pronto su trabajo y, de ser responsable, pongan a este sujeto tras las rejas por un largo tiempo para que, por lo menos en este caso, no haya más impunidad y la justicia deje de ser una utopía.

Se percibe en la sociedad un hartazgo de personajes corruptos e inmorales en total descaro, sin escrúpulos, ni principios, ni educación, que no tienen inconveniente en generar cientos de damnificados víctimas de su avaricia desmedida, y que con sus actos destruyen a la sociedad, vulneran a las familias y en muchas ocasiones hasta corrompen a las autoridades.

No podemos normalizar la delincuencia, no podemos permanecer indiferentes ante la mentira y la corrupción. No podemos “acostumbrarnos” a tanta inmoralidad y podredumbre social. Quizá personajes como Jorge Gerardo Hurtado Horcasitas están acostumbrados a esa forma de vida y de prácticas inmorales, porque ha encontrado en su entorno tierra fértil para este tipo de actividades.

El fraude es el negocio de los cínicos, porque están rodeados de una corrupción apestante. Actúan con total descaro a la hora de aprovecharse de los demás. Usan traje y corbata pero no son más que un puñado de delincuentes que representan la degradación moral de nuestra sociedad. Robar al amparo de argucias legaloides solo define a una mentalidad sin escrúpulos. Solo son ladrones inmersos en una dimensión tan reprochable, como nefasta y vergonzosa.

Como el de Silverland y el proyecto Oldenbourg Offices, existen decenas de casos que permanecen a la sombra de una impunidad insultante. De pronto los señalados por fraude exhiben una larga cadena de justificaciones para lo injustificable y son exonerados por autoridades que no hacen su trabajo, o lo hacen mal. Ya es hora de que las cosas sean diferentes, porque actos como este no solo perjudican a las familias defraudadas, sino que lastiman también a una ciudadanía permanentemente ofendida por una horda de delincuentes de todo tipo.

En fin, es una buena oportunidad para la Fiscalía y para el gobierno del estado, de demostrar que esta administración es diferente.

Que se haga justicia más allá de apellidos y parentescos influyentes.