ANÁLISIS | Tomás Flores Rosales

ANÁLISIS | Tomás Flores Rosales

Visitas: 489

Quizá la mayor pasión anímica y política que disfrutarán las y los candidatos de PRI, PAN y PRD es la actual, la de haber ganado la postulación a ediles y legisladores locales, después, para la mayoría todo será desolación y desilusión, incluso, una minoría de ellas y ellos encararán la amargura.

 Esa es la condición sine qua non que exige la política, y cuando sus actores todos y todas no están preparadas y preparados surge la tragedia política.

Por eso tanto en PRI, PAN y PRD sus aspirantes, mujeres y hombres, deben asentar su pasión por el poder en la etapa actual en la que se encuentran, pues después de los 39 días próximos ya nada será igual y cada cual pagará en solitario la responsabilidad que le ataña.

   Es decir:

   1.- Las y los candidatos priistas y sus aliados a los cargos de representación popular que se disputarán en las urnas el 2 de junio próximo deben estar conscientes que no serán fáciles de lograr.

   2.- Las ventajas electorales en la mayoría de distritos y municipios mexiquenses son para el partido Movimiento de Regeneración Nacional, no solo por los números que ofrecen las encuestas, también por el apoyo intrínseco que está aplicando el gobierno estatal a favor de dicho organismo partidista.

Esto último significa que de las y los cientos de aspirantes en esa llamada alianza electoral o coalición a gobernar alcaldías y sentarse en una curul de la cámara de diputados del Estado de México, después del 2 de junio, los que llegarán a esa meta serán pocas y pocos, quizá apenas el 20 por ciento del total de las y los hoy apasionados de verdad.

Por lo que no habrán de sorprenderse que entre los ínfimos ganadores y ganadoras destacarán sus dirigentes, léase:

   1.- Ana Lilia Herrera Anzaldo.

   2.- Anuar Azar Figueroa.

De una u otra manera ya adelantaron sus ganancias que derivarán de los comicios locales aún cuando los beneficios se asienten en el congreso federal, obviamente sumándoles mejores cotos y cuotas a través de las pocas demarcaciones que puedan lograr en esa justa que está a la vista.

Por eso las y los que lograron las respectivas candidaturas en PRI, PAN y PRD, en una minoría deberán disfrutarlas en estos momentos, pues muchos y muchas de ellos en la medida de que se acerque el 2 de junio perderán el placer de ser en tan solo una jornada de 11 horas que concluye cuando se cierren las casillas el primer domingo de junio próximo.

Es verdad que en la actual etapa del proceso electoral local aún faltan definiciones no solo en PRI, PAN y PRD, sino también en MORENA, PVEM y PT, mismas que se deben resaltar, no deja de exigir el análisis político la parte emotiva y emocional de los actores, pues en el lapso que a partir de hoy resta para el día de las votaciones los aspirantes, hombres y mujeres, de los seis partidos mencionados podrían enfrentar dos crueles fenómenos:

   A.- El desclave, y

   B.- La sustitución estatutaria.

Aristas ambas terribles para aquellas y aquellos que en su carácter de candidatas y candidatos creen que están arañando todo el poder en sus respectivos distritos y municipios no obstante expresiones benevolentes que así las y los abrazan, quizá sin pensar que antes de la justa pueden ser descarrilados por la feroz fuerza que acumula en el camino la lucha por el poder.

Luego entonces no todo está completado en el marco de las elecciones locales en el sector de las y los candidatos con registro, pues si bien han sido arropados por sus lideresas y líderes, también pueden ser desclavadas y desclavados por esas mismas lideresas y líderes.

Y es que las reglas no escritas de la política electoral también son abominables, cuidado.