- Treinta días no son muchos, pero si las expectativas cultivadas.
- Régimen de izquierda, que se observa pero no se ve.
- Aquellos días, aquellos intelectuales progresistas anidados en tierras mexiquenses.
Un mes no es mucho, pero las expectativas si lo son respecto al sexenio de Delfina Gómez Álvarez al frente de la gubernatura que por casi cien años regenteó el monolítico partido de Estado, llamado así por aquellos y aquellas militantes que se dijeron de izquierda y que prometieron instaurar, ese, su régimen, en tierras mexiquenses a partir del 16 de septiembre pasado, un día como ayer lunes.
Pero hasta el momento los sesgos no apuntan aún hacia dicha versión de izquierda prometida, más bien en 30 días transcurridos se denota, posiblemente dentro de la exageración, cierta continuidad, quizá por la ausencia de discurso institucional de parte de la y los gobernantes en ciernes.
Y es que el Estado de México se convirtió en el devenir de los años en sede de movimientos sobresalientes circunscritos en la lucha por el poder nacional, por aquí pasaban las decisiones de tipo presidencial independientemente de la ideología:
1.- Grupos de intelectuales progresistas construyeron su sede en la región:
1.a) no olvidar “Los Barandales”, en Ocoyoacac, a la altura de la carretera México -Toluca, donde se gestó parte del movimiento “Cuahutemista”, en referencia a Cuauhtémoc Cárdenas y su repetitiva lucha a favor de la izquierda que intentó desterrar al partido de Estado.
1.b) no olvidar “Malinalco”, municipio en donde los caballeros tigre y águila, se convirtieron en elite priista progresista de corte internacionalista.
Por algo el museo “Luis Mario Schneider” se muestra como mudo testigo actualmente en dicho municipio.
Luis Mario Schneider Zacouteguy, conocido como Luis Mario Schneider, fue un escritor y poeta argentino nacionalizado mexicano. Su primera novela, La resurrección de Clotilde Goñi, lo convirtió en ganador del Premio Xavier Villaurrutia de 1976, el premio literario más importante de México.
Desde su intelectualidad se construyeron luchas sesgadas hacia la izquierda con su peculiar aporte al movimiento nacional de marras, pero que en otros momentos habrán de ser desenterradas.
Se trata de contextualizar el posicionamiento del nuevo gobierno del Estado de México que habrá de enseñar su mejor vena ideológica en el transcurrir del tiempo no obstante que 30 días no son casi nada para los seis años que intentarán, sus protagonistas, gestar el nuevo régimen dilucidado.
De tal suerte que narrar un conteo cotidiano de los 30 días de MORENA en Palacio de Gobierno estatal no aporta al estricto análisis del cambio, más bien solo permite afianzar la esperanza de que lo mejor está por venir, quizá, sin virajes hacia la izquierda, régimen que tal parece se niega a cuajar en estas tierras con intenso tufo aún a priista.
30 días que no son muchos, pero las expectativas en el Delfinismo altas son.
Hay que continuar en la espera!
