ANÁLISIS | Tomás Flores Rosales

ANÁLISIS | Tomás Flores Rosales

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  • Política anticorrupción de Delfina Gómez Álvarez.
  • Enfocada en cuatro espectros : UNO, en el sexenio de Arturo Montiel Rojas ; DOS, en la administración de Enrique Peña Nieto; TRES, en el periodo de Eruviel Ávila Villegas y, CUATRO, en el gobierno estatal que termina en 29 días.
  • Para ello, requerirá un séquito de expertos y un buró jurídico altamente especializado.

No hay duda que en los plazos corto, mediano y largo se observará el desvanecimiento de la clase política mexiquense dominante por lo menos durante los 24 años próximos pasados, espectro en donde la nueva gobernadora podría fincar con acierto el modelo de gobierno ideado para los próximos seis años.

Y es que ese escenario lo componen en sus cuatro puntos cardinales, norte, sur, este y oeste los antecesores inmediatos de Delfina Gómez Álvarez:

1.- Arturo Montiel Rojas.

2.- Enrique Peña Nieto.

3.- Eruviel Ávila Villegas.

Y en breve, Alfredo Del Mazo Maza, en esas cuatro administraciones que de manera grupal habrán de sumar 24 años ; es decir, multiplicar 4X6, operación cuyo numeral 4 representa el total de ex gobernantes y el símbolo 6 el total de los años que ejercieron el poder Ejecutivo cada uno de ellos.

De tal manera que en caso de que continúe en pie la política anticorrupción prometida por Delfina Gómez Álvarez de manera aleatoria durante sus respectivos periodos de precampaña y campaña, respectivamente, analistas y expertos serios anticorrupción bien podrían iniciar cálculos para ejercer esa dinámica que tantos votos le sumó a su favor en las urnas el 4 de junio pasado.

Y más que eso, la esperanza anidada por millones de mexiquenses  – mujeres y hombres – que esperan de la ex alcaldesa de Texcoco cumpla su palabra.

A cálculo de buen cubero, hurgar corrupción en la administración de Arturo Montiel Rojas, no significaría una Odisea, hechos diversos están a la vista, lo único que restaría a Delfina Gómez Álvarez es hacerse para sí de buenos estrategas, expertos en detectar corrupción y a la par contar con estrategas jurídicos investidos de conocimientos y contactos varios en las estructuras de los poderes judicial estatales y federales.

Esquema que le servirá también para el caso de Enrique Peña Nieto pues si bien Andrés Manuel López Obrador no lo ha querido tocar hasta el momento, la maestra podría significar la diferencia en su calidad de mujer de carácter yéndose por una de las rutas más fáciles :

A.- Acercarse al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ahora que la nueva Gobernadora está poniendo de moda el reunirse con funcionarios federales y solicitarle el expediente que ya se le inició al ex gobernador mexiquense por presuntos actos que podrían tipificarse como corrupción a su paso por la Presidencia de la República cuyas características no serán tan distintas ni distantes de lo que pudo haber aplicado en ese sentido en la inmensidad del presupuesto público mexiquense.

B.- Imposible pensar que el luchador revolucionario – literal – Pablo Gómez Álvarez, le niegue a Delfina Gómez Álvarez un favor de tal envergadura.

No escapa del espectro Eruviel Ávila Villegas cuya administración se mostró casi en despoblado para pincelar eventos de posible corrupción, coyuntura donde Delfina Gómez Álvarez podría coronar su posible “tolerancia cero” en malversación de los recursos públicos.

Del sexenio que termina, en estos momentos, la nueva Gobernadora actuaría en razón de cuidar las formas unos 29 días para posteriormente actuar en consecuencia.

Lo cierto es que muy pronto, Delfina Gómez Álvarez, se percatará que prometer y cumplir no es lo mismo, lo primero se aplica a la distancia lo segundo de cerca y con concretas acciones, para ello, precisamente, se le sugiere en este análisis apoyarse en un séquito de expertos anticorrupción y en un buró extremadamente jurídico:

El séquito, para que identifique con precisión en que niveles y tipos de corrupción pudieron haber incurrido sus antecesores.

El buró, para tratar de desvanecer los argumentos de los posibles corruptos detectados relativos a que se trata de delitos ya prescritos.